Voy a hacer sangre azul

"España
El abogado de Urdangarín se persona en el Juzgado de Palma
Mario Pascual Vives informa así de que será el encargado de defender al yerno del Rey en la pieza separada de la causa del Palma Arena en la que está imputado"

En cambio, el Señor Urdangarín continua desaparecido en Nueva York y no comparece ni ante Obama para felicitarle las Pascuas. El Rey de España aclara que lo de la honestidad pública iba por todos los españoles menos por su yerno y que se va a esquiar a Baqueira para curarse el pié. La Infanta Cristina se declara víctima de la violencia de género, y por lo tanto inocente, porque la Pajín le ha prohido hablar de la violencia en el entorno familiar o doméstico. La infanta Helena se ha enamorado de Paris y está en Troya de vacaciones (esperemos que no se arme otra Ilíada). La Reina llora en Itaca, que está cerca de Grecia aunque no se sabe dónde, destejiendo por la noche lo que le costó tejer como Penélope toda su vida. El Príncipe se ha ido al cine con la mala de la película. Y los españoles contemplamos, entre atónitos y desalentados, el final de tan interesante thriller, para ver si acaba bien o acaba mal.

A mí me gustaría que acabara bien, como ocurre en los thrillers buenos, donde siempre ganan los buenos y pierden los malos. Pero me temo que la cosa acabe mal, como en los thrillers malos, en los que la gente acaba desencantada y exigiendo que les devuelvan su dinero. Por eso nos haria un favor a todos los españoles si compareciese en la pantalla y nos diera una pista de por donde va la película. Más que nada para saber si podemos ir a verlo con los niños o los tenemos que dejar en casa con la canguro porque la peli no es apta para todos los públicos.

Porque sabe una cosa, Señor, los thrillers en los que ganan los malos y pierden los buenos son una estafa para el espectador. Y un mal ejemplo. En este caso, para todos los españoles. Y queremos saber si nos tienen que devolver el precio de la entrada o no. Creo que tenemos derecho a ello. Sobre todo por los niños y por lo del ejemplo. Se lo pido apelando a su hombría de bién. Y si no tendremos que llamar a Ulises y a Telémaco, para que acabe con los indignos pretendientes al trono de Itaca a flechazo limpio.

Mire que se lo he advertido. Señor.