De Europa, de las gambas y de las salchichas

Europa está en crisis. Está en crisis de deuda, en crisis de solidaridad y en crisis de menopausia, o sea, de identidad. Unos, los europeos del Norte, están en crisis porque se ven viejos y temen por sus dineros y no quieren deudas que arruinen sus mollares jubilaciones. Otros, los del Sur, están en crisis porque son jóvenes y temen que sus deudas no les permitan jamás ganar dinero para jubilarse cuando sean viejos, si es que llegan a ello. Unos no quieren morir arruinados como nunca y los otros quieren vivir para salir de la ruina como siempre. Qué dilema de cojones, que diría el conde de Romanones!

El problema de fondo no es de deuda, ni de cabeza; es de estómago, y "de más abajo", como siempre. El problema es que a los alemanes no les gustan las gambas y que los españoles odian las salchichas de Frankfurt. Si a los alemanes les gustesen las gambas, comprenderían a los españoles. Y si a los españoles les gustasen las salchichas de Frankfurt, entenderían a los alemanes. Y se arreglarían los problemas.

Españoles y alemanes siempre nos hemos llevado bien de cintura para abajo y de hombros para arriba, pero de lo que es cintura-cintura, la verdad es que nos hemos llevado fatal. No hay manera de que nos entendamos. Los alemanes no entienden que nos gusten tanto las gambas, esa cosa mórbida y blandengue, que además es tan cara, que casi no se puede ni pagar sin endeudarse uno excesivamente. Y los españoles no comprendemos como se puede vivir a base de salchichas y además pretender ser feliz en esta vida (quizás en la venidera) aunque conduzcas un Mercedes y puedas ahorrar por un tubo, sin endeudarte.

Por eso opino que lo que han de hacer Merkel y Rajoy es decidir, de manera tolerante y solidaria, como quieren conseguir que los alemanes empiecen a comer gambas y los españoles salchichas. Aunque sea sin exagerar, pero ayudándose los unos a los otros, como buenos hermanos. Porque si no lo hacen, acabaremos todos comiendo mierda. Y de los Mercedes...quién coño va a querer un Mercedes en Europa si sólo va a tener mierda que comer!