Una de piratas y contrabandistas

El mundo no ha cambiado mucho en los útimos 500 años. Aunque muchos se crean que con la Ilustración, el liberalismo, la democracia y los derechos de los hombres y de los simios hemos avanzado por la senda de la justicia. La verdad es que esto no es así. El mundo sigue infestado de piratas y contrabandistas, que saquean a los de siempre y son quienes controlan la economía mundial y los avances tecnológicos y financieros de la humanidad. Son los piratas de siempre y los contrabandistas de toda la vida.

El más famoso de ellos, conocido por todos los niños y los no tan niños, se llamaba Jack Sparrow. Y era anglosajón para más señas y tenía su guarida en una sociedad off shore situada en la Isla de la Tortuga. Como él habían muchos, como John Hawkins, quien según un tal Robert L. Stevenson, tenía un tesoro en una isla y un parche en el ojo y una pata de palo. Luego estaba Francis Drake, al que la reina de Inglaterra lo hizo aristócrata y todo (como a Del Bosque), por lo mucho que robó para la Gran Bretaña, sin que nadie lo pillara. A algunos, como a Sir Walter Raleigh, sí los pillaron, porque se metieron en líos contra la reina de Inglaterra por unos doblones de más o de menos, o sea por estafa fiscal de Mas o de menos, y los pelaron en la horca.

Y todo sigue igual en el mundo actual. Los piratas siguen viviendo en Inglaterra e Irlanda (antes eran una sola nación, que se separó cuando misis Robinson le puso los cuernos a Simon con Garfunkel) y los contrabandistas en Suiza. Y se llaman Apple, Google, Microsoft, Facebook, Yahoo y Amazon, entre muchos otros piratas y contrabandistas que residen en las modernas islas Tortuga, que ahora se llamán Caimán, de Man, de Wight, y Cocodrilo, y en las cuevas de las montañas de Suiza y de Liechtenstein, en las que guardan los botines de sus saqueos, que cuando llegan a un volumen importante se llaman tesoros, o sea, depósitos bancarios.

Los piratas modernos operan desde unos barcos muy modernos, que se llaman compañías off shore ("que se encuentran el mar, lejos de la costa"), o sea, fuera de control fiscal. Y desde allí se llevan todo lo que pueden de aquí y de donde sea. Y cuando lo han pillado, van y lo esconden en sus islas y en sus cuevas por medio de sus ingenieros fiscales, que es como modernamente se denomina a los estafadores. Y no os creáis, amigos mios, pero estos piratas tienen el mismo reconocimiento público y privado por parte de reyes, de príncipes y de los que mandan que tenían antaño sus antepasados que ya os he nombrado; entre otras cosas porque son ellos mismos los que financian a las empresas y los barcos de sus piratas, y por eso los cubren de honores y les dán un montón de premios, hasta filantrópicos y todo, y salen en todos los periódicos como tipos muy listos, innovadores y arriesgados, porque saben llevárselo para su casa calentito y para ellos solitos.

Sabéis como actúan? Pues yo os lo digo. Tomemos por ejemplo al pirata Apple. Este es un pirata americano, que opera en Europa desde su base de Irlanda. Cuando decide saquear a todo el mundo en España, construye un barco que se llama Apple España y lo manda para acá. Entonces empieza a vender sus productos en nuestro país y saquea mucho dinero a los españoles vendiéndoles ordenadores y tabletas a un precio de cojones (de cojones digo, porque con un cojón no te basta para comprarte un Apple, que te has de vender los dos cojones. En el caso de las chicas los dos ovarios. Lo siento, chicas, pero es así). Pero Apple España le compra a Apple Irlanda todos los productos que aquella vende aquí, y a un precio que hace que en España casi no tenga beneficio. El beneficio se produce en las ventas de sus productos en Apple Irlanda a su filial pirata española, o sea, en Irlanda, donde, mira tú por donde, sólo pagan un impuesto de sociedades al 12,5%. Así que se lo llevan todo para Irlanda, y lo que sobra de sus beneficios después de impuestos en Irlanda, se lo llevan a las islas Caimán en una maleta de cocodrilo.

Y los demás piratas que he nombrado hacen exactamente lo mismo. Y también sucede con los que ocultan el producto de sus saqueos en las cuevas de Suiza o de Liechtenstein por el método del contrabando, sólo que lo hacen por tierra, ya que hacerlo por mar les produce mareos y vómitos y no les va la Biodramina y por eso lo evitan. Estos últimos prefieren el avión o el tren.

Y así nos saquean a todos los piratas anglosajones y los contrabandistas suizos y centroeuropeos. Como hace quinientos años o más. Nada ha cambiado en Europa. Bueno sí, una cosa es diferente, que los españoles ya no tenemos los Tercios de Flandes para meter a todos esos estafadores a la sombra, porque el Sol hace muchos años que se puso en nuestro imperio, aunque a los turistas que nos visitan cada año no se lo parezca.

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amigo, tu explicacion me ha venido muy bien, yo la necesito a esos niveles, y no lo digo en broma