ENTREVISTA COMPLETA A IKER CASILLAS EN LA RAZON.
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ENTREVISTA COMPLETA A IKER CASILLAS EN LA RAZON.
MADRID– Iker Casillas (20-5-1981, Móstoles) es un ejemplo para la juventud. Es un compendio de éxitos deportivos, de solidaridad –mañana será nombrado embajador de buena voluntad de la ONU– y de carisma.
–¿En qué reside su encanto?
–En ser una persona natural, normal, sencilla, también creo que tiene que ver con el entorno en el que te has criado. Tengo la suerte de seguir aquí –en el Real Madrid– con mi gente, de tener cerca a mi familia, soy madrileño, por tanto, creo que he crecido en el mejor entorno posible. Hombre, a todo el mundo no le puedo caer bien, pero bueno, me muestro tal y como soy y nunca llevo careta.
–¿Percibe que en esta sociedad se están perdiendo los valores y los jóvenes ahora sólo piensan en ser famosos?
–Sí, con rotundidad. Lo raro es ver a gente que intenta progresar estudiando. Ahora te puedes dedicar ¿a que?, pues a salir en realities, a ir a un programa a contar tu vivencia personal, a especular sobre alguien. Hoy en día, la palabra que más gracia me hace es colaborador, la gente que no ha ejercido la profesión en los programas. Habrá que hacer una nueva carrera para ejercer de colaborador.
–¿Cómo podemos educar a nuestros hijos para reconducir esta situación y que tengan otro tipo de ambiciones?
–Lo que le enseñaría a mis hijos es el respeto al máximo por la gente. Creo que hay valores esenciales en la vida que deben perdurar, desde la mayor tontería como pueda ser el ceder el asiento a una persona mayor. Que uno mismo se mire al espejo y piense «yo es que soy buena gente», puedo tener mis errores, puedo ser egoísta, rencoroso, pero, en el fondo, tienes que considerarte buena gente; con mis virtudes y mis errores, pero soy buena gente.
–¿Se está perdiendo hasta la educación y el respeto?
–Mucho. Con las nuevas tecnologías, que si el Facebook, que si el Tuenti, YouTube, que a todo el mundo le gusta colgar hazañas, por así decirlo, que hacen con gente mayor y encima se vanaglorian. Son cosas que no entiendo.
–¿Utiliza Facebook o Twitter?
–Tenía Facebook hace dos o tres años, cuando no era la locura de ahora, y me lo quité. A nivel personal no me gusta, es más, yo creo que se pierde la esencia; pierdes tiempo en conocer a gente que no conoces en vez de conocer más a los que conoces.
–¿Qué valores puede usted transmitirle a la gente de su edad?
–Bueno, creo que el sacrificio, la honestidad, la honradez, pero sobre todo el sacrificio porque la gente ahora se queda con el Iker Casillas que ve actualmente en los partidos, que ve en la Selección, pero no ve al Iker Casillas que, como tantos otros chavales, ha tenido que venir de Móstoles a Madrid muchas veces, todos los días, cuando mis padres tenían que gastar una cantidad de dinero en gasolina o en material.
–¿En qué coche venía a la Castellana?
–En un 124.
–Percibe la desesperanza laboral de los jóvenes, que no saben si estudiar o ponerse ya a trabajar para empezar a cotizar. ¿Qué les aconseja: probar con el deporte, estudiar o trabajar?
–Claro que sí lo percibo, yo tengo amigos... Les aconsejaría que estudien por tener algo a lo que aferrarse. El fútbol tiene que ser un «hobby», una manera de cuidarse, que sea algo sano.
–Cree que la burbuja inmobiliaria es la culpable de esta crisis. No era normal el precio de la vivienda comparada con el sueldo medio de los españoles.
–Sin ninguna duda. Se enriquecían pocos y siempre los más beneficiados eran los ricos.
–Usted, porque es un privilegiado, pero tendrá amigos que todavía no han podido comprarse una casa. Hacen falta dos sueldos y medio buenos.
–Sí, efectivamente, los tengo a mi lado. Hombre, es duro porque son amigos tuyos de toda la vida, ¿no?, pero creo que a veces con sacrificio y esfuerzo puedes llegar a tener tu objetivo. Muchas veces hablo con mis amigos, porque aquí tenemos la suerte de que el club nos regala, bueno, nos presta un coche durante un año, pero yo estoy tan feliz y tan contento y, de verdad, tengo envidia cuando veo a un amigo mío que con un sueldo de unos 1.500 euros al mes tiene un coche y poco a poco va comprando una casa. Hay gente que no ha tenido facilidades, yo desde pequeño he tenido la suerte de poder jugar en el Madrid y moverme un poco en este mundo, pero también hay que elogiar a quienes sin tener nada han empezado de cero y se han creado una vida.
–¿Son los jóvenes los que lo tienen más complicado por la crisis?
–No, yo creo que a los jóvenes, no, les servirá de ímpetu. A los que de verdad les afecta es quizá a los de las generaciones del 70 y 80, que a lo mejor han emprendido un negocio, le ha ido mal y tienen que volver a arrancar. Los que vienen por detrás ya saben lo que hay, lo que está pasando, tienen más alternativas, pueden buscar salidas de otra manera.
–¿Cree que la juventud está bien preparada?
–¿Para qué? ¿Para todo en general? Bueno, todos estamos madurando, en líneas generales, diez años más tarde que nuestros padres.
–¿Es sana?
–Buf, creo que cada vez que se prohíben más cosas y la gente intenta saltárselas. Las drogas, el tema del alcohol... todo en general. A medida que te ponen barreras, a todos en general nos da mucho más morbo querer infringirlas. A veces estoy seguro de que si se legalizaran ciertas cosas no atraerían tanto.
–Destaca por su naturalidad, pero últimamente ha dado rienda suelta a sus sentimientos. Verle llorar como un niño nos arrancó las lágrimas a todos.
–Lo que pasa es que son muchas sensaciones. ¿Quién le iba a decir a María del Carmen Fernández el día que tuvo que parir a un cabezón de 3,800 kilos que ese niño iba a levantar una Copa del Mundo? Yo ahora me puedo retirar a gusto del fútbol, antes tenía esa obsesión de por qué España no lo iba a poder ser y cuando lo consigues... Buf. Yo me he emocionado cuando he ganado el sub’15, el sub’16, cuando he ganado la primera «Champions», cuando he ganado una Liga, porque son sensaciones que las llevo muy dentro. Me gusta lo que hago, me gusta mi profesión...
–Pero llorar de esa manera...
–Fue un alivio, por todo, creo que en este país la gente es muy injusta. Somos, y yo el primero, muy veletas. En España estamos acostumbrados a pegar palos a la gente, creo que somos envidiosos. Nos gusta el que llega, pero si ya ha tenido su momento de gloria, vamos a descuajeringarlo.
–El beso a Sara también nos hizo sentirnos orgullosos, arrancó aplausos, hasta de los Príncipes.
–Sí, bueno, porque estaban al lado, lo vieron en primera persona, ¿no? Se juntó todo, el momento con toda la tensión, con toda la ira por lo que estabas escuchando y veías. Yo soy un deportista no soy un personaje del corazón, me han creado a mí así, pero bueno, tengo que convivir con ello... Sobre todo por ella, que le pilla más de nuevas. Creo que a la gente le encanta el rollo personal de cada uno y no hacemos mal a nadie.
–¿Qué opina de la jubilación a los 67 años y de la incertidumbre de las pensiones?
–Retrasarla dos años a la gente que lleva trabajando muchísimos años no es normal ni lógico. A los 65 años uno ha trabajado toda su vida para, dentro de lo que cabe, tener una vejez tranquila, sin líos en la cabeza por una cosa u otra. Claro que a todos nos preocupa que el día de mañana pueda no haber pensiones.
–¿Y de la ley antitabaco?
–Fenomenal, yo estoy encantado, lo siento, de verdad, por la gente que fuma, pero yo lo entiendo porque no puedo con el humo.
–Pero hay mucha gente que se va a quedar sin trabajo.
–Qué va, es sólo hasta que nos acostumbremos. Si te dicen que no puedes fumar dentro de los sitios pues saldrás a la calle y, oye, por un lado, mucho mejor porque los que van a ganar son los de las estufas. Ya han hecho el negocio.
–Pero, entonces, llegarán las denuncias por ruido.
–Bueno, si prohíbes algo tendrás que hacer algo para que también la gente disfrute de otra manera.
–¿En qué invierte su dinero?
–Creo que lo mejor es invertirlo en ladrillo. A todo el mundo le cuesta ganar su dinero y yo siempre he sido muy conservador, a mí no me gusta jugarlo porque es una cosa muy seria. Mi «broker» y mi gestor era mi madre.
–¿Para cuando padre de familia? ¿Es niñero?
–Antes no, ahora ya me va dando la vena, me va saliendo...
–¿Es religioso?
–No estoy bautizado ni he hecho la comunión, para que fuera mi elección. Mi madre me dijo que si un día me quería casar por la Iglesia o mi mujer quería, sólo tenía que bautizarme y ya está, no pasa nada.
«A mis hijos les enseñaré respeto»
Iker Casillas es el primero de los 50 jóvenes españoles más carismáticos y ejemplares elegidos por LA RAZÓN como mejor activo de este Año Internacional de la Juventud de la ONU, de la que mañana será nombrado embajador de buena voluntad.
¿Le agobian los «paparazzi»?
- «Mucho, de verdad que intento comprender su profesión y lo hablo con ellos. Siempre me he mostrado como un personaje público y ellos me dicen que “es que soy famoso”. No, les digo, no soy famoso, soy deportista, famoso es otra cosa. Están todos los días por si sales de casa y vas en pijama a tirar la basura, por si un día te pica la nariz y te metes el dedo donde no debes, por si un día te rascas donde no debes... me he acostumbrado a salir de casa mirando por el retrovisor a todos lados».
«Me hacen sentir un delincuente»
«Ahora parezco un delincuente. Tengo la sensación de que alguien me vigila y de que me van a dar caza. He pensado en hacer un documental para que la gente sepa lo que es eso. Todo el mundo sabe dónde vivo y acordémonos lo que le pasó a John Lennon... que un día un loco te saca una pistola. No sé a dónde llegará esto, es una vergüenza. Te pueden seguir, se pueden poner a tu lado, se saltan semáforos, hacen que tú te los saltes... ¡Chico, un día vas a aparecer en una cuneta! Si son “paparazzi”, que me hagan fotos cuando no me dé cuenta, lo tengo ya asumido, pero no así».
–¿En qué reside su encanto?
–En ser una persona natural, normal, sencilla, también creo que tiene que ver con el entorno en el que te has criado. Tengo la suerte de seguir aquí –en el Real Madrid– con mi gente, de tener cerca a mi familia, soy madrileño, por tanto, creo que he crecido en el mejor entorno posible. Hombre, a todo el mundo no le puedo caer bien, pero bueno, me muestro tal y como soy y nunca llevo careta.
–¿Percibe que en esta sociedad se están perdiendo los valores y los jóvenes ahora sólo piensan en ser famosos?
–Sí, con rotundidad. Lo raro es ver a gente que intenta progresar estudiando. Ahora te puedes dedicar ¿a que?, pues a salir en realities, a ir a un programa a contar tu vivencia personal, a especular sobre alguien. Hoy en día, la palabra que más gracia me hace es colaborador, la gente que no ha ejercido la profesión en los programas. Habrá que hacer una nueva carrera para ejercer de colaborador.
–¿Cómo podemos educar a nuestros hijos para reconducir esta situación y que tengan otro tipo de ambiciones?
–Lo que le enseñaría a mis hijos es el respeto al máximo por la gente. Creo que hay valores esenciales en la vida que deben perdurar, desde la mayor tontería como pueda ser el ceder el asiento a una persona mayor. Que uno mismo se mire al espejo y piense «yo es que soy buena gente», puedo tener mis errores, puedo ser egoísta, rencoroso, pero, en el fondo, tienes que considerarte buena gente; con mis virtudes y mis errores, pero soy buena gente.
–¿Se está perdiendo hasta la educación y el respeto?
–Mucho. Con las nuevas tecnologías, que si el Facebook, que si el Tuenti, YouTube, que a todo el mundo le gusta colgar hazañas, por así decirlo, que hacen con gente mayor y encima se vanaglorian. Son cosas que no entiendo.
–¿Utiliza Facebook o Twitter?
–Tenía Facebook hace dos o tres años, cuando no era la locura de ahora, y me lo quité. A nivel personal no me gusta, es más, yo creo que se pierde la esencia; pierdes tiempo en conocer a gente que no conoces en vez de conocer más a los que conoces.
–¿Qué valores puede usted transmitirle a la gente de su edad?
–Bueno, creo que el sacrificio, la honestidad, la honradez, pero sobre todo el sacrificio porque la gente ahora se queda con el Iker Casillas que ve actualmente en los partidos, que ve en la Selección, pero no ve al Iker Casillas que, como tantos otros chavales, ha tenido que venir de Móstoles a Madrid muchas veces, todos los días, cuando mis padres tenían que gastar una cantidad de dinero en gasolina o en material.
–¿En qué coche venía a la Castellana?
–En un 124.
–Percibe la desesperanza laboral de los jóvenes, que no saben si estudiar o ponerse ya a trabajar para empezar a cotizar. ¿Qué les aconseja: probar con el deporte, estudiar o trabajar?
–Claro que sí lo percibo, yo tengo amigos... Les aconsejaría que estudien por tener algo a lo que aferrarse. El fútbol tiene que ser un «hobby», una manera de cuidarse, que sea algo sano.
–Cree que la burbuja inmobiliaria es la culpable de esta crisis. No era normal el precio de la vivienda comparada con el sueldo medio de los españoles.
–Sin ninguna duda. Se enriquecían pocos y siempre los más beneficiados eran los ricos.
–Usted, porque es un privilegiado, pero tendrá amigos que todavía no han podido comprarse una casa. Hacen falta dos sueldos y medio buenos.
–Sí, efectivamente, los tengo a mi lado. Hombre, es duro porque son amigos tuyos de toda la vida, ¿no?, pero creo que a veces con sacrificio y esfuerzo puedes llegar a tener tu objetivo. Muchas veces hablo con mis amigos, porque aquí tenemos la suerte de que el club nos regala, bueno, nos presta un coche durante un año, pero yo estoy tan feliz y tan contento y, de verdad, tengo envidia cuando veo a un amigo mío que con un sueldo de unos 1.500 euros al mes tiene un coche y poco a poco va comprando una casa. Hay gente que no ha tenido facilidades, yo desde pequeño he tenido la suerte de poder jugar en el Madrid y moverme un poco en este mundo, pero también hay que elogiar a quienes sin tener nada han empezado de cero y se han creado una vida.
–¿Son los jóvenes los que lo tienen más complicado por la crisis?
–No, yo creo que a los jóvenes, no, les servirá de ímpetu. A los que de verdad les afecta es quizá a los de las generaciones del 70 y 80, que a lo mejor han emprendido un negocio, le ha ido mal y tienen que volver a arrancar. Los que vienen por detrás ya saben lo que hay, lo que está pasando, tienen más alternativas, pueden buscar salidas de otra manera.
–¿Cree que la juventud está bien preparada?
–¿Para qué? ¿Para todo en general? Bueno, todos estamos madurando, en líneas generales, diez años más tarde que nuestros padres.
–¿Es sana?
–Buf, creo que cada vez que se prohíben más cosas y la gente intenta saltárselas. Las drogas, el tema del alcohol... todo en general. A medida que te ponen barreras, a todos en general nos da mucho más morbo querer infringirlas. A veces estoy seguro de que si se legalizaran ciertas cosas no atraerían tanto.
–Destaca por su naturalidad, pero últimamente ha dado rienda suelta a sus sentimientos. Verle llorar como un niño nos arrancó las lágrimas a todos.
–Lo que pasa es que son muchas sensaciones. ¿Quién le iba a decir a María del Carmen Fernández el día que tuvo que parir a un cabezón de 3,800 kilos que ese niño iba a levantar una Copa del Mundo? Yo ahora me puedo retirar a gusto del fútbol, antes tenía esa obsesión de por qué España no lo iba a poder ser y cuando lo consigues... Buf. Yo me he emocionado cuando he ganado el sub’15, el sub’16, cuando he ganado la primera «Champions», cuando he ganado una Liga, porque son sensaciones que las llevo muy dentro. Me gusta lo que hago, me gusta mi profesión...
–Pero llorar de esa manera...
–Fue un alivio, por todo, creo que en este país la gente es muy injusta. Somos, y yo el primero, muy veletas. En España estamos acostumbrados a pegar palos a la gente, creo que somos envidiosos. Nos gusta el que llega, pero si ya ha tenido su momento de gloria, vamos a descuajeringarlo.
–El beso a Sara también nos hizo sentirnos orgullosos, arrancó aplausos, hasta de los Príncipes.
–Sí, bueno, porque estaban al lado, lo vieron en primera persona, ¿no? Se juntó todo, el momento con toda la tensión, con toda la ira por lo que estabas escuchando y veías. Yo soy un deportista no soy un personaje del corazón, me han creado a mí así, pero bueno, tengo que convivir con ello... Sobre todo por ella, que le pilla más de nuevas. Creo que a la gente le encanta el rollo personal de cada uno y no hacemos mal a nadie.
–¿Qué opina de la jubilación a los 67 años y de la incertidumbre de las pensiones?
–Retrasarla dos años a la gente que lleva trabajando muchísimos años no es normal ni lógico. A los 65 años uno ha trabajado toda su vida para, dentro de lo que cabe, tener una vejez tranquila, sin líos en la cabeza por una cosa u otra. Claro que a todos nos preocupa que el día de mañana pueda no haber pensiones.
–¿Y de la ley antitabaco?
–Fenomenal, yo estoy encantado, lo siento, de verdad, por la gente que fuma, pero yo lo entiendo porque no puedo con el humo.
–Pero hay mucha gente que se va a quedar sin trabajo.
–Qué va, es sólo hasta que nos acostumbremos. Si te dicen que no puedes fumar dentro de los sitios pues saldrás a la calle y, oye, por un lado, mucho mejor porque los que van a ganar son los de las estufas. Ya han hecho el negocio.
–Pero, entonces, llegarán las denuncias por ruido.
–Bueno, si prohíbes algo tendrás que hacer algo para que también la gente disfrute de otra manera.
–¿En qué invierte su dinero?
–Creo que lo mejor es invertirlo en ladrillo. A todo el mundo le cuesta ganar su dinero y yo siempre he sido muy conservador, a mí no me gusta jugarlo porque es una cosa muy seria. Mi «broker» y mi gestor era mi madre.
–¿Para cuando padre de familia? ¿Es niñero?
–Antes no, ahora ya me va dando la vena, me va saliendo...
–¿Es religioso?
–No estoy bautizado ni he hecho la comunión, para que fuera mi elección. Mi madre me dijo que si un día me quería casar por la Iglesia o mi mujer quería, sólo tenía que bautizarme y ya está, no pasa nada.
«A mis hijos les enseñaré respeto»
Iker Casillas es el primero de los 50 jóvenes españoles más carismáticos y ejemplares elegidos por LA RAZÓN como mejor activo de este Año Internacional de la Juventud de la ONU, de la que mañana será nombrado embajador de buena voluntad.
¿Le agobian los «paparazzi»?
- «Mucho, de verdad que intento comprender su profesión y lo hablo con ellos. Siempre me he mostrado como un personaje público y ellos me dicen que “es que soy famoso”. No, les digo, no soy famoso, soy deportista, famoso es otra cosa. Están todos los días por si sales de casa y vas en pijama a tirar la basura, por si un día te pica la nariz y te metes el dedo donde no debes, por si un día te rascas donde no debes... me he acostumbrado a salir de casa mirando por el retrovisor a todos lados».
«Me hacen sentir un delincuente»
«Ahora parezco un delincuente. Tengo la sensación de que alguien me vigila y de que me van a dar caza. He pensado en hacer un documental para que la gente sepa lo que es eso. Todo el mundo sabe dónde vivo y acordémonos lo que le pasó a John Lennon... que un día un loco te saca una pistola. No sé a dónde llegará esto, es una vergüenza. Te pueden seguir, se pueden poner a tu lado, se saltan semáforos, hacen que tú te los saltes... ¡Chico, un día vas a aparecer en una cuneta! Si son “paparazzi”, que me hagan fotos cuando no me dé cuenta, lo tengo ya asumido, pero no así».
Vanderverde- Mito y Leyenda
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